Bar restaurante donde se puede comer, cenar, tomar un refresco, café o copa, según el momento del día en el que te encuentres. Comimos con reserva previa realizada vía internet. Con terraza en el exterior. La comida estaba muy buena. La lasaña de berenjena rellena está muy rica. Las patatas son fritas con un estilo diferente. La pasta también de muy buen sabor. Presentación correcta. Muy buen trato del personal.
La comida por lo general buena, las pinsas, la ensalada de burrata y el tiramisú nos gustaron. No obstante, las papas no era lo que esperabamos y tenían muy poca salsa y el postre de nutella tampoco nos terminó demasiado. La decoración está bien pero en la zona que nos sentaron no nos pareció muy cómoda al ser mesa alta y con taburetes.
Desde esta primera vez sin duda se ha convertido en uno de los imprescindibles para nuestras visitas a Zaragoza. Fácil reservar desde Google, con unos platos sencillos pero imbatibles. La mejor burrata que he probado, una pasta alla carbonara fiel a sus raíces y si vais a pedir la Cotoletta que sepáis que es mejor hacerlo con cuatro personas en la mesa, porque a nosotros que éramos dos nos sobró más de la mitad, pero estaba deliciosa y totalmente embadurnada de queso parmigiano. Por no hablar del ambiente, súper agradable, y el servicio, totalmente impecable. ¡Volveremos seguro!
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