Fuimos sin reservar un jueves al mediodía y no tuvimos problemas.
Comimos en interior.
El personal amable.
Nos gustaron todos los platos que pedimos y el que más nos sorprendió fue el de batata frita.
Restaurante que cuenta con una amplia terraza dónde da el sol por lo que en invierno se está muy bien, el interior no es muy grande, pero está muy bonito decorado. Recomendable hacer reserva, puedes hacerlo directamente en su web.
Tienen muchos camareros trabajando, por lo que el servicio es rápido y son muy amables.
En cuanto a la comida, amplia carta, cuesta decidir porque todo apetece.
Comimos patatas bravas, muy ricas, solomillo al wisky, carne muy tierna, y pisto de atún, que estaba fuera de carta.
Muy recomendable.
Fuimos a cenar llamando unas horas antes para reservar.
En la terraza se está muy agusto y por dentro es un restaurante con una decoración muy bonita.
La atención de los camareros nos dejó mucho que desear porque no eran muy atentos , menos José , era muy agradable y en todo momento preocupándose si todo iba bien.
Pedimos la delicia de boniatos fritos que estaba buenísimo, lo recomiendo mucho, el tataki de atún, también bueno y recomendable, el risotto de boletus que no tenía nada de sabor , un plato para no repetir, la carrillada con puré de patatas con la carne super blandita , estaba muy buena, y de postre , pedimos tarta de queso, cremosa y con bastante sabor a queso , estaba buena pero yo no repetiría, y el coulant de choco con helado de vainilla, calentito y con chocolate por dentro riquísimo.
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