El restaurante es amplio, cómodo y elegante.
El servicio correcto.
El lugar es conocido sobretodo por sus arroces y lo cierto es que en este aspecto lo hacen muy bien. Nosotros pedimos el arroz a banda que venía acompañado por unas piezas de rape y unos langostinos además de las gambas que ya traía. El arroz tenía justo el punto que me gusta, con algo de socarrat, y un buen sabor.
Por otro lado los entrantes me parece que no cumplieron las expectativas. Las croquetas de jamón eran minúsculas, y no destacaban ni en sabor ni en relleno. Asimismo, aunque las alcachofas estaban aceptables, el foie y la salsa de frambuesas eran casi imperceptibles.
El postre de pannacotta con salsa de maracuyá en cambio estaba muy logrado, cremoso, con un agradable sabor a maracuyá y una bonita presentación.
También trajeron unas trufas de chocolate por parte de la casa, detalle que siempre se agradece.
Ambiente excelente, hemos disfrutado denun delicioso arroz con marisco que no defrauda regado con vino blanco de la casa, entrantes maravillosos anchoas y alcachofas, rematando con un maravilloso postre de limon
jose juan santana ojeda
+5
Desde los años 80 he sido cliente casual cuando desde Gran Canaria me desplazo a Madrid.
Solo decir que siempre he terminado satisfecho de la atención y de la calidad.
Felicidades
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