Espacio muy agradable, buena decoración, muy limpio y con buen surtido de tapas y raciones. Aunque los precios son un poco altos en comparación con el resto de espacio de tapeo en Cádiz, la calidad es buena y se pueden pasar ratos muy agradables. La barra es ideal y compartir con los camareros es toda una experiencia que profundiza en el estilo de vida de los gaditanos.
Ana María Ros Domínguez
+5
Espectacular la calidad de los platos. Un servicio de 10. Las almejas a la manzanilla y Pedro Ximenez para ponerles un piso. Las tortillitas de camarones espectaculares. No dejéis de visitarlo.
Francisco Javier Díaz Benito
+4
Guiados por mi móvil seguimos hasta la Plaza de la Libertad donde se halla el Mercado Central, y donde había leído que era un buen sitio para comer o cenar. Efectivamente, al llegar a la plaza vimos varios establecimientos hosteleros, y al final nos decidimos por el Bar Cafetería Bajamar. Entramos dentro porque en la calle era imposible por el fuerte viento de Levante que azotaba la ciudad. El local era muy grande, con la barra al fondo y el espacio de la sala dominado por las mesas que ocupaban los clientes locales. Como nosotros le pedimos mesa para cenar nos llevó a un apartado donde estábamos los turistas foráneos, todos extranjeros menos nosotros.
Queríamos pescados frescos y de la zona por lo que nos trajo en mano un pargo o besugo crudo entre unos papeles para que no se le resbalara, a un precio de 73 €. Mientras lo asaban pedimos una ensalada para los tres, y para acompañar el pescado una copa de vino blanco Estero para Montse y para mí, mientras que Antonio siguió depurándose con un botellín de agua.
Por fin llegó el pargo asado abierto por la mitad en la bandeja con el añadido de unos pimientos verdes y una ligera ensalada vegetal en las esquinas. Ahora parecía enorme, casi demasiado para los tres, o quizá me pareció más pequeño cuando el camarero lo tenía empapelado entre las manos. Lo repartimos y empezamos a comer para comprobar las primeras sensaciones de este besugo. La verdad es que estaba bien elaborado, bien asado, ni muy hecho ni poco. Sólo dejamos las espinas, además el acompañamiento de verdura a base de pimiento crudo, tomate y cebolla hacía al paladar descansar y contrastar el gusto del pescado.
Pasamos un buen rato degustando este producto del mar hasta que llegó la hora del postre pero como estábamos tan saciados y había que equilibrar las finanzas en este viaje no quisimos nada hasta que nos habló de un helado elaborado a base de vino Pedro Ximénez. Al oír eso se me despertó el interés por lo que pedí uno para probar otra delicia local. Al rato ya estaba de vuelta el camarero con tres cucharas porque sabía que los tres caeríamos en la tentación de probar el helado hecho con el vino Viña 25 de Pedro Ximénez, y ni que decir tiene que el dulce vino transformó el bizcocho y el helado en algo sublime que fue el magnífico colofón a la cena. Este vino está elaborado a base de uvas pasas de la variedad Pedro Ximénez, y pertenece a la bodega Caballero, de El Puerto de Santa María. Acabamos con el postre entre frenéticos ataque al helado montado sobre un bizcocho, rodeado de pasas y coronado con una gran ciruela pasa.
Por último, nos levantamos de la mesa para visitar los lavabos y después pagamos la factura de 94,15 €, que para tres personas no está mal cuando estamos de vacaciones, claro.
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