La comida buena; calidad y cantidad. El personal encantador y la decoración del sitio es fantástica tanto en cada planta como en escaleras muy servicio. En la primera planta, varias salas; Estuvimos en la primera con ventanas abiertas a la calle y todo súper agradable.
Lugar increíble, trato inmejorable y comida exquisita. Tienen menú del día muy muy completo, rico y a buen precio. Volveré mil veces más.
Ya conocía el sitio de cuando se llamaba El velero. Molaba entonces y sigue molando ahora. El interior es muy bonito, con las mesas distribuidas en diferentes pisos y habitaciones. Todo con mucho encanto.
La comida es buena. Concretamente, nuestro menú consistió en tapas para compartir (calamares, diferentes tostas, etc... todo muy rico) seguidas de un plato principal de carne con salsa acompañada de pimientos de Padrón, setas y arroz. Todo muy guay. Lo cierto es que no llegué a probar la carne porque estaba muy lleno ya, pero por lo visto estaba muy bien.
La atención me pareció bastante buena a excepción del hecho de tener que pedirles un enfriador para el vino hasta en tres ocasiones porque nunca terminaban de traerlo, pero vamos, nada importante.
La noche que fuimos hacía un calor j*didamente infernal y ni siquiera abriendo las ventanas conseguimos refrescar aquello. Era para c*garse en dios. Un poco de aire acondicionado se habría agradecido.
De precio y eso la verdad es que ni p*ta idea porque fuimos ahí a celebrar un triple cumpleaños y los homenajeados invitaron.
La ubicación del sitio es c*jonuda porque está en Martin Codax (zona Churruca) y eso es una vidilla.
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