Todo muy bueno, los platos muy bien elaborados pero un poco escasos. Lo mas flojo fue el postre. El dueño y chef fue muy amable que nos sirvió algunos platos. El precio es un poco elevado, nos gastamos 40€ por persona. Lo recomiendo para ocasiones especiales.
Local pequeño regentado por los dueños (cosa que cada vez me gusta más), platos muy bien definidos, todos con su frescura, su acidez y su toque picante, posiblemente el mejor plato, o el que más me sorprendió fueron las empanadas de ají de gallina. La carta de los vinos es muy básica, aunque bien seleccionados, el Riesling pese a ser joven acompañó de maravilla todos los platos, aunque... A decir verdad, me quede con las ganas de tomar un buen pisco, es un defecto personal, antes de pensar que tomo ya he pedido vino...de los postres se encarga Christy, están en la misma linea, casero, bien presentados y refrescantes... QUIERO IR A PERU!!!
El local no es muy grande y la terraza consta de 3 mesas por lo tanto aconsejo reservar, porque este restaurante tiene y tendrá todavía más éxito si siguen asi. El personal es muy amable y atento, a la hora de pedir saben recomendar y decirte si estas pidiendo demasiado.
El presupuesto para comer es relativo a la calidad y frescura de los alimentos, honestamente este Peruano vale mucho la pena.
Por las fotos que cuelgo veréis que hicimos un pequeño variadito de platos, de todos el Ceviche Mixto es el que quizá menos nos haya impresionado. El Lomo Salteado "Quina" y el Anticucho de vaca (corazón de ternera) nos dejaron impresionados por la textura de la carne, sabores y elaboración.
Coronamos por unos postres, el Picaron a la unidad es un buñuelo revisitado crujiente por fuera, blando por dentro y el sirope lo empapa con un dulzor para nada empalagoso. Ya el colmo, el suspiro Limeño, al que no puedes evitar comparar a una tarta Pavlova pero con sus toques de cítrico muy sutiles.
Es la primera vez que probamos este restaurante y garantizo que no sera la ultima.
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