Me ha gustado, mucho, tanto que repetí dos días en mi estancia en Tarifa. Es una de estas tabernas con mucha solera, de las que cada vez quedan menos.
Los camareros son majísimos y la calidad del producto (para mí) excepcional. Recomiendo mucho las tagarninas con jamón, el tomate con roquefort, el lomo en manteca y el solomillo a lo curro.
Respecto al precio, y tras leer varias reseñas de que el sitio es caro, me parece que la relación calidad-precio es muy equilibrada. El producto es muy bueno y la cuenta, en mi caso, la pagué feliz.
Para coger sitio mejor ve antes de las 21h, sino te tocará esperar para una mesa, pero lo puedes hacer con unas cañas o un vinito.
Para tomar algo rápido está bien. Me sentaría a comer/cenar más detenidamente sin duda.
Obligatorio visitar si vas a Tarifa, buen trato buen servicio y comida de toda la vida, exquisito. Especialmente las carnes y revueltos. Llevo 13 años visitando tarifa y es de los pocos bares que no ha perdido su esencia. Tratan la carne de cerdo de una manera exisita. La carta es para probarla entera. Ojalá siga así muchos años más.
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