UNA GRAN FAMILIA. Decidimos probar este restaurante por los buenos comentarios que tenia. El trato ESPECTACULAR, te hacen sentir como en casa. Y la comisa BUENISIIIIMA, destacar el pulpo y la lágrima. Nos gustó tanto que volvimos dos noches seguidas, muy buen trabajo chicos! Volveremos seguro!!
La comida buenísima
El sitio muy bien
La única pega que encontramos los que fuimos a cenar, es que una vez nos han atendido y todo está servido
Nos cortaron varias veces la conversación para venir a preguntar una y otra vez si todo bien... creo que con una vez ya quedan bien, y gusta, pero no estar tan encima por que al final se hace cansado.
Por todo lo demás muy bien
Restaurante el cual trabaja mucho su cocina y se nota a la hora de comer, te venden todos sus platos de una manera maravillosa y se ve que le gusta lo que hacen dentro de sus fogones. También hay que destacar el trato de todos sus empleados, es de 10, cercano y cariñoso y siempre dispuestos a explicarte absolutamente todo.
La comida fue un acierto y del postre ni hablamos, ¡una maravilla esa cheesecake en copa!
Como punto negativo el precio del agua y el pan... 4€ una botella de agua de 500ml y 4€ la ración de pan... un poco exagerado...
De todos modos es muy recomendable, su comida y su trato es sobresaliente
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