Me habían hablado de este lugar en varias ocasiones. Un restaurante sencillo con un pescado excelente. Me llevaron unos amigos y debo confesar que me sorprendió. Le propuso a los dueños que ellos nos sirvieran lo que quisieran priorizando siempre el producto fresco. Comimos chopitos, gambas, almejas, salteado de verduras, pijotas, acedías... y deja un hueco para su exquisita tarta de queso. Una comida espléndida.
Disfrute como no hacía tiempo, buen pescado fresco, rico, en su justo punto, los chipirones te los comes como si fueran pipas, me recordó a los mejores chiringuitos de playa de mi querida Andalucía, se ha convertido en mi lugar 10 para comer pescaíto, para mí recomendable 100%
Después de mucho tiempo queriendo ir por fin nos decidimos. Solo me arrepiento de no haber ido antes. De 10. La comida buenísima, pescado y marisco fresco, de calidad y bien preparado, la atención a la altura de la comida. Un ambiente muy agradable, nos sentimos muy cómodas. Lo preparan todo con mucho amor. Tiempo de espera normal (teniendo en cuenta que limpian al momento el pescado que se va pidiendo). Nos quedamos con ganas de repetir. Destacaría las almejas, el calamar a la romana y la ensalada de tomate con cebolla, aunque nos quedan cosas por probar. (No probamos nada de pescado porque no comemos raspa, pero todo tenía una pinta espectacular). A partir de ahora va a ser uno de mis favoritos.
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