Reserva de 8 para comer sábado. Buffet libre servido en mesa. 19€ adultos y 9€ niños, HASTA 1'20 DE ALTURA. Bebida aparte. El local no estaba especialmente lleno. Más bien , todo lo contrario, siendo las 14:30. El lugar está limpio y ordenado. Espacio amplio y distancia entre mesas. Enseguida el responsable, al recibirnos y darnos la carta, nos explica cómo funcionan. Son 3 rondas. En cada ronda, se pueden pedir los platos que te dé la gana. Eso sí, NO DEBE SOBRAR NADA. Sino, se penaliza con 3€ el plato. Conforme vas pidiendo y antes, te dice el número de piezas o tamaño aproximado/cantidad, de cada uno, para que te hagas una idea, y no se abuse ni se desperdicie comida. PUNTO MUY BUENO. Amables desde principio a fin. Los platos estaban bien de sabor. Nada exagerado en cuanto a gusto, o que destacará especialmente. El servicio, higiene y atención bastante buenos. Precio de bebidas, exagerado. Y creo recordar, que obligan a una mínimo por comensal. El pulpo del niguiri, estaba algo incomestible. La variedad de postres, algo cutre. Helados de tarrina de 2 sabores, o flan (industrial) con nata. Relación calidad precio, es bastante cara a mi opinión. Lo que compensa en cierta manera, con la cantidad que puedes comer. El ambiente era tranquilo y no ruidoso. Fácil de aparcar por la parte de detrás. Entre semana y para comer, es algo más barato. Se puede volver. Pero no es algo para echar cohetes.

Visité el restaurante Sakura Japonés en Oropesa del Mar y tuve una experiencia culinaria excepcional. Probé una variedad de platos, desde sushi hasta el uramaki de pato, pasando por el delicioso arroz de la casa, que es como un tres delicias bañado en soja. También disfruté de su pan japonés, queso frito, gyozas, won ton y pollo al limón, que es el más rico que he probado. Los platos estaban excelentemente preparados y eran riquísimos, destacando especialmente las gyozas y el xiao long bao. El ambiente del restaurante era muy tranquilo, a pesar de ser domingo al mediodía. Me encantó la distribución del restaurante, que se divide en tres ambientes distintos: la barra central, que te hace sentir como si estuvieras en una selva; el área alrededor, que tiene un ambiente más de cabaña; y la terraza exterior. Es un lugar grande y amplio, ideal para grupos y familias. El restaurante es fácil de encontrar y llegar, y cuenta con un amplio parking trasero con muchas plazas disponibles. El personal fue muy atento y simpático desde el primer momento, ofreciendo un servicio rápido y eficaz y siempre pendientes por si necesitaba algo. He asistido a Sakura Japonés varias veces y en todas las ocasiones el trato ha sido de 10. Definitivamente lo recomendaría a amigos y familiares, y sin duda volveré en el futuro. Además, el restaurante estaba limpio y se notaba que se tomaban en serio las medidas de seguridad e higiene.