Una experiencia para todos los sentidos. Ubicado en una antigua fábrica de pimentón restaurada con mimo, donde aún se percibe el cemento del suelo coloreado por el pimentón. Recomiendo encarecidamente el menú degustación; en nuestro caso acababan de cambiar el menú y aún no estaba hecha la carta de temporada, así que el propietario nos propuso sorprendernos con cada plato. Una presentación delicada, cuidando todos los detalles, una atención en mesa muy profesional y los platos muy elaborados, con variedad de texturas y aromas. Hay que decir que aunque los platos parecen muy complejos, los sabores están muy unificados y redondeados, y prima siempre la calidad del producto, sabes en todo momento lo que estás comiendo "a pesar" de la explosión y variedad de sabores sorprendentes. La somelier nos recomendó varios vinos de la tierra y tengo que decir que fueron un acierto, tienen una carta de vinos extensa y muy cuidada, con muchas referencias de la tierra, de bodegas de autor para satisfacer a una amplia variedad de paladares. Nos ha encantado y volveremos, seguro. Para recomendar.
La magia del equipo de cocina de Rodi Fernández y el saber estar del gran equipo de sala, que vibra en la misma frecuencia, prolongación de un concepto y estilo gastronómico muy identificativo, consiguen algo tan difícil hoy en día, como el goce del comensal desde el momento que traspasa las puertas de este antiguo molino, que hoy es el restaurante Taúlla.
Menú de degustación, que hemos tenido la dicha de disfrutar:
- Pan de masa madre con aove mixto de aceituna picuda y carrasqueña
- Sales de boletus y de pimentón
- Huevas de mújol en semisalazón en tres opciones (cacao, café y pimentón)
- Panigiri. Una fusión de cocinas india y japonesa: pan indio crujiente y hueco (panipuri) relleno de un guacamole (elaborado con aguacate, cebolla, tomate y pimiento con zumo de lima y kimchi) sobre una base de aguacate cítrico y coronado con atún rojo con una versión de la salsa ponzu y un brote, en este caso, de amaranto
- Flor de calabacín con zarangollo al estilo Taúlla (calabacín, cebollita, espuma de patata y cebolla tostada, yema de huevo) y gotas de aove.
-Gyoza de pato, salsa hoisin y crema de pepino y yogur
- Huevo poché, salsa de trufa, picatostes y jamón ibérico
- Corvina al horno con alioli de albahaca, caponata siciliana y crujiente de tinta de calamar.
- Lingote de cordero segureño con Ras el Hanout, pasas y orejones, cous cous aromático, cebollita confitada y teja de curry
- Mentiroso. Gajo de mandarina con crema de limón y naranja y sorbete de azahar
- Brownie de chocolate, crema de café asiático, tierra de especias y helado de café asiático.
Restaurante de obligada visita.
Un lugar muy acogedor donde puedes degustar platos elaborados con sentido y gusto. Una carta con una propuesta sobresaliente, gran bodega y atención del personal excelente.
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