Israel Antonio Molina-Barahona López
+4
Un gran descubrimiento para volver. La comida muy buena, elaborada y en cantidad. Las hamburguesas una maravilla de ricas y la ambientación muy original.
La noche que fui estaba amenizada por un mago.
El servicio es atento y rápido cosas de agradecer y los precios creo que acordes. Salimos a una media de 38 euros por persona y comimos muy bien.
La tarta de queso impresionante.
Importante que tienen los baños limpios cosas que se agradece mucho.
Buena experiencia, pero no repetiría. El primer fallo que le encuentro es que, para tratarse de una zona llena de oficinas, no tienen menú del día y la carta, relación calidad precio es cara. Cierto es que la comida estaba rica, pero no era nada especial y la cantidad tampoco era abundante para el precio que tenía.
En cuanto al personal, todos los camareros que nos atendieron fueron muy agradables y, concretamente, la chica que nos tomó nota fue muy atenta y nos aclaró pacientemente las dudas que teníamos sobre la carta y los diferentes precios que aparecían.
Lo más destacable, aunque no veo que termine de casar con la zona, es la decoración del local. Si vas con niños les encantará.
Pensábamos que por ser un sitio que ya solo con el ambiente atraía la comida no iba a ser de diez. Estaba todo riquísimo, muy recomendable esos fingers de queso. El servicio también muy atento. El único pero las mesas pequeñas que están demasiado juntas y a veces le costaba pasar al camarero.
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