Un lugar muy hiquitín donde hacen unos pastelitos dulces o salados típicos de Taiwan. Muy ricos, calentitos y recién hechos. Probamos de frijol rojo y el de oreo. Los dos dulces y muy ricos, pero el de oreo está brutal. Tardan bastante en prepararlos porque el proceso es totalmente manual, como si hicieras unas tortitas, pero merece la pena esperar, sobre todo si hace frío en la calle porque se está muy calentito dentro.
Uno de los sitios más curiosos y diferentes a los que puedes ir en todo Madrid. Los bubble teas están buenísimos y recomiendo probarlos con gelatina de coco que son aún mejores. Me tomé uno de taro con gelatina de coco y puedes elegir tanto el nivel de azúcar como el hielo que contiene, aunque parezca demasiado el 80% de azúcar queda dulce pero no empalagoso. Por otro lado hacen unos pastelitos rellenos que no pueden estar más buenos, te los hacen en el momento y tardan, pero merece totalmente la pena, recomiendo el de oreo que lleva una oreo por encima.
Además tienen pasteles salados.
El local es muy pequeño pero con encanto, y las personas que lo llevan son muy amables. Repetiremos!.
Probé el básico con leche y azúcar moreno y me encantó! Parece fácil de conseguir pero de todos los que he probado, este ha sido mi favorito. Tengo que decir que me encantan las cosas dulces y si pudiera, le pondría más azúcar, pero en general está balanceado. También comí las rueditas de boba y de frijol dulce. Definitivamente volveré para probar la de oreo ✨
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