Yo empezaría diciendo que Crudito son dos, al menos, Cruditos, y por eso no puedo hablar de todas sus posibilidades. Es más, mi experiencia fue una mezcla entre, lo que creo, son las dos formas de ir al restaurante: Puedes ir de carta o puedes ir a una degustación, incluida los días que Emil cocina para un grupo cerrado. Sin embargo creo que la mayor diferencia es que comas en la barra o en mesa. Nosotros cenamos en barra, que se caracteriza porque tener allí a Cristina haciendo el sushi, que es una enciclopedia culinaria, y además te puede recomendar que pedir (recomiendo los más originales, hay que aprovechar la oportunidad). También pedimos algunos platos de la carta, recomiendo especialmente el guacamole con nachos de salmón, una idea muy original para una combinación que personalmente me encanta (salmón y aguacate). Por tanto, mi recomendación es pedir tipo barra para probar platos más informales o bien tipo mesa, con degustación o no; pues me quedaron ganas de probar más tipos de sushi o más de los distintos platos de la carta. Bien pensado es una buena forma de incentivarte a volver, cosa que pienso hacer y con ganas de ponerle una estrellita más a Crudito. Recomendable.