Un templo del producto.
Local pequeño muy familiar, trato muy bueno y cercano, comida excelente.
La carta es corta y se ajusta al mercado, he estado en varias ocasiones y todo es de muy alta calidad.
La cocina es bastante tradicional y todo estaba impresionante, muy recomendables las sugerencias fuera de carta, el arroz de rabo de todo y el ponche segoviano.
A la carta 60-70€ p.p, pero también tienen unos menús degustación brutales y contundentes.
Excelente Casa De Comidas. El Trato es del todo cercano, amable y profesional. La Cocina es maravillosa, tanto la de Temporada como el Cocido del Jueves, del cual adjunto imágenes. Sin duda, volveremos y lo recomendaremos. Calidad-Precio muy buena.
Un sitio pequeño pero muy agradable con todos los detalles muy cuidados. La atención de los camareros maravillosa, muy atenta, cercana y explicando el origen de los ingredientes usados para cada plato.
Sobre la comida, está muy trabajada con ingredientes naturales muy seleccionados de proveedores de confianza. La carta no es muy amplia y trabajan con alimentos de temporada.
Aunque me ha gustado todo lo que hemos probado, destaco las croquetas de cecina.
El precio es algo elevado, por lo que para mí es un lugar al que vamos a celebrar ocasiones especiales, porque realmente merece la pena.
Ya he estado en un par de ocasiones y seguro iré muchas más.
Totalmente recomendable. Hay que reservar con antelación
En Picones de María, no solo la comida es excelente, sino que el servicio está a la altura esperada.
El local tiene aires tradicionales, con manteles de hilo, "como los de antes". La calidad del cocido de los jueves, en cinco vuelcos, a cual mejor, está fuera de duda, pero los postres, son también espectaculares. Esa torrija de brioche es de las mejores que he probado.
Entre la comida y el servicio, en un local tan agradable, la experiencia no puede ser más que magnífica.
Claramente recomendable. Volveré pronto.
Ya he ido tres veces y no me puede gustar más. El local realmente desmerece el nivel de la cocina. Una decoración de casa de comidas castellana, con pocas mesas pero que esconde una carta extraordinaria y una interpretación de platos de toda la vida con un toque de genialidad. Riquísima la ensaladilla rusa, probablemente una de las mejores tortilla de patata de Madrid, muy buena la oreja o los postres. No es fácil reservar
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