Vamos muy a menudo. La calidad es excelente. El arroz lo bordan, los tartares son espectaculares y la carne igual. Esta vez probamos la Lubina con patata asada y estaba muy tierna y sabrosa. Todos los entrantes están ricos, la ensaladilla, las croquetas, la coquinas, los calamares…los postres más de lo mismo aunque nos encantaría que fueran porciones más grande. La atención es inmejorable.
Fuimos un grupo mediano y pedimos muchos entrantes para compartir y un plato fuerte por persona. Entre los entrantes estuvieron: la ensaladilla (10/10), croquetas de queso azul (7/10), zamburiñas a la plancha (8/10), jamón (20/10), pulpo (3/10 porque no estaba suave).
De platos fuertes, personalmente pedí el entrecot, que en mi opinión el corte estuvo mal hecho o no sé qué pudo pasar porque lo atravesaba la vena y hasta difícil de cortar era, por lo que dejé bastante en el plato, el sabor estaba bien y con el punto no son buenos, yo pedí al punto y era más poco hecho y una compañera pidió muy hecho y el plato terminó con sangre.
El camarero que nos tocó bastante mal encarado.
Hemos comido 4 comensales, las gambas a la plancha y chanquete muy buenos. Todo en general. El arroz con leche parecía crema catalana. Me gusta más el tradicional, sueltecito y sin quemar. Muy buen servicio también.
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