Excelente restaurante tailandés.
El local es pequeño, acogedor y con una preciosa decoración. Fuimos un sábado por la noche, sin reserva, y nos atendieron de la misma, algo poco habitual en los restaurantes de la zona.
El ambiente es muy agradable y relajado: música suave, iluminación tenue y trabajadores súper educados, amables y sonrientes.
Los platos no pueden estar más buenos. Además, son muy abundantes. Fuimos dos personas y pedimos una ensalada de mango, un plato de pollo con salsa suave y el arroz frito con huevo frito y tuvimos que pedir la mitad de cada uno para llevar. Algunos de ellos rondan los 12€ pero la ración lo compensa con creces. La relación calidad-precio es, sin duda, muy buena.
Súper recomendable.
Relación calidad precio fantástica. El curry de pato delicioso y el pad thai de pollo muy muy logrado. Por ponerle un "pero", el servicio es tipo restaurante chino...no has terminado de comer el entrante y ya te han traido los principales.
Servicio bueno,los camareros son majos y la comida esta buena. Tienen distintos platos de picante y lo puedes pedir con mucho o poco ( depende de como te guste) y reservas mesa para cumpleaños o eventos especiales en familia o con amigos
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