Sitio muy bonito y con mucho encanto, ideal para ir en verano, final de primavera o principio de otoño y poder bañarse en la piscina/lago natural que tienen en mitad de la montaña, en la Tramontana. Para bañarse los niños deben de ir acompañados y todo es bajo el riesgo y responsabilidad del propio usuario, ya que no hay socorrista. La comida está buena y aunque el precio no es barato, es un sitio que hay que visitar. Pedimos paletilla de cordero lechal, lechona y frito y bien, todos los platos estaban correctos. La próxima vez probaremos algún plato más ligero y quizás el cabrito y el otro cordero, a ver qué tal. Si se quiere ir en verano, hay que reservar en primavera porque si no imposible tener una mesa salvo cancelación. El resto del año está más fácil tener mesa de un día para otro. El sitio espectacular, la.experiencia merece la pena.
Es un deleite. Uno de los mejores lugares que mis sentidos han podido disfrutar. Mágico lugar desde que entras y vas bajando por el caminito (escaleras), te reciben gratamente y la atención del personal es muy buena, te hacen sentir a gusto. Hermoso y tranquilo lugar para comer deliciosamente y para disfrutar de un baño en su piscina natural, nada mejor que el contacto con la naturaleza, una buena comida y una copa de vino. Maravillosa experiencia para repetir. Gracias por la atención recibida.
Restaurante precioso en las montañas. Dentro del recinto tienen unas piscinas naturales preciosas, en las que no te puedes bañar (te lo avisan cuando haces la reserva) pero puedes disfrutar de las vistas. La atención del personal es muy buena. Entrantes mínimo 18€ cada uno, plato principal entre 20-30€ y postres a 8,50€… precios bastante elevados para lo que es la comida. Los postres se podrían mejorar bastante.
An error has occurred! Please try again in a few minutes