Elegimos este restaurante para comer en nuestra primera visita a Guadalajara, y nos gustó mucho. Pedimos el menú del día, y estaba todo excelente, sobre todo la tarta casera de Oreo. Comimos en la terraza, con un calor de justicia, pero dentro tienen aire acondicionado. Muy buen sitio, lo recomiendo y volveré.
Buena calidad precio. Buenas raciones con posibilidad de pedir media en algunas de ellas. El trato en el salón muy atento y educado. Ambiente familiar y acogedor. El salón es muy bonito. Imprescindible pedir oreja a la plancha y coulant de chocolate. Lo único que cambiaría sería el aperitivo del domingo. El arroz amarillo parece que ya es algo pasado de moda.
Buen sitio para comer. Platos abundantes y ricos. El precio muy bueno. Calidad en todos los platos. Las orejas deben cortarlas más, pero están buenas. La ensalada de perdiz está muy buena. Y la de pimientos y anchoas, estupenda. No sé puede reservar. Hay zona interior y una plaza en el exterior muy grande. Si es fin de semana puede haber hasta un grupo de música y todo.
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