Lugar mitad para turistas, mitad para locales. Con comida muy bien preparada y mejor presentada. No reservan, y suele haber cola. Además, apenas puedes tomarte algo fuera mientras esperas a que te sienten porque no te dejan invadir la acera (temas de ordenanzas municipales).
Una vez te sientas la mesa que vas a tener se va a quedar algo pequeña para lo que pidas. Ahí es mejor hacer caso del consejo de los camareros para dividir la comanda y que no salga todo a la vez. Y es que, una vez atendidos, es asombroso lo realmente rápido que viene la comida.
Te quedarás más conforme con unos platos que con otros (la ensaladilla 4 quesos y la tarta de queso no valen gran cosa, por ejemplo).
De las dos camareras que nos atendieron había una, de pelo blanco/rubio que se portó bastante bien con nosotros.
Merece la pena probarlo si estás en Conil 2-3 noches
Comida de 10!!
Raciones exquisitas. Ensaladilla de pulpo buenisima. Albondigas de corvina de chuparse los dedos
La milhoja de berenjena… de 10!
El crepe de gambas… las patatas bravas… postres ricos tambien
Atencion excelente. A destacar que cada año q vamos nos ha atendido la misma camarera, Alicia. Y tenemos q decir q asi da gusto ir a un sitio… con esa paciencia, esa amabilidad, esa simpatia… nos asesoró, y nos trató de 10
Volveremos el año q
Viene!!! 👍👍👍
Nos encantó cada plato que pedimos, todo tenía un sabor auténtico, característico y propio del Sur. El servicio fue rápido, rapidísimo. Lo cual es un punto muy a favor. Por contraparte, olvidaron un par de cosillas como quitar de la cuenta un plato que no disfrutamos o alguna bebida que tardó en salir, sin más. Muy recomendables los chocos en su tinta y el salmorejo, así como el postre casero típico de Conil (fotos adjuntas).
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