Espectacular sitio donde ir y probar cosas ricas, diferentes, y con muchos sabores que te hacen viajar!
El slowcook chiken, los noodles, el tartar de atún! Que placeres!!!!
Atención muy buena!
Y el peruvian sour y la michelada muy buenos!
Volveremos y lo recomendaremos!!!!
Maribel González Gutiérrez
+5
No tengo palabras. Fuimos porque nos lo recomendaron, pero se quedaron cortos. El local es precioso, con decoración que parece sacada de cualquier chiringuito tropical. El personal superamable y agradable, que tiene la deferencia de venir a explicarte una carta que de entrada es sorprendente....necesitas que te la expliquen puesto que son platos muy originales en una fusión de cocinas de diferentes tipos...asiática, oriental, mexicana, local....Te aconsejan también que cojas entre 1'5 y 2 platos por persona, puesto que más puedes llenarte bastante.
Una vez explicada nos decantamos por unas gyozas enteramente artesanales, deliciosas; un hummus de mongeta del ganxet con diversas hierbas y tiritas como de pimiento, y pan pita espectacular; tacos con un alga frita que imita la ternera en salsa y guacamole, explosión de sabores, jamás firia que no tienen carne; y por último Bao relleno de un montón de cosas, a cual mejor.
Por si no teníamos suficiente con esas delicias, caimos en la tentación del postre: coulant de chocolate blanco con helado de mango....una delicia para el paladar....
"Rematamos" la faena con mojitos de fresa con fresas naturales.
No podemos más que recomendarlo y asegurar que repetiremos!!!!
Es un lugar muy acogedor para disfrutar de una más que agradable velada. Tiene una carta variada y original, entran ganas de probarlo todo, sinceramente. Se nota que las elaboraciones están hechas con amor y paciencia. El trato es cálido. Os recomiendo fuertemente el Tiramisú de Remolacha con té matcha.
Volveremos a probar cócteles!
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