🍴 Una experiencia memorable con amigos en Suru Bar. El setting es acogedor, informal - cocina a la vista, nos sentamos en el counter. La atención es excelente por parte de los fundadores, un trato muy personal que hace que la experiencia sea aún más especial.
Pedimos casi toda la carta - me gustaron todos los mini platos deliciosos, combinación de sabores sorprendentes, las técnicas, la casquería. Desde ostras y cogollo a mollejas, mucha variedad!
🍡🍢 Para mí destacan las brochetas - la de piel de pollo / corazón de pollo / anguila, la influencia asiática también. Deja un hueco para un postre rico para poner el broche de oro.
La carta de vinos también es genial 🍷
Fuimos a cenar el martes, tenía gente pero había muy buen ambiente. El local es muy cómodo y hay amplitud entre las mesas, cosa a valorar. Me encantó la decoración: botellas de vino y libros de cocina, nada pretencioso pero muy original, realmente muy chulo. Cenamos en la barra, viendo la cocina y es un gusto verlos trabajar. Mencionar lo bien que olía el baño (cosa poco común).
En cuanto a la comida, admito que iba un poco expectante porque no soy muy fan de la casquería, pero me sorprendió muy gratamente: las brochetas de piel de pollo y de hígado encebollado espectaculares y la lengua muy buena. La costilla, la brocheta de anguila, las ostras, la ensalada de tomate... todo muy bueno y buen tamaño. Los postres bien: la tarta de higos muy buena. Quizá eché en falta algún otro postre (sólo tienen dos). Nos dejamos aconsejar por el sumiller para el vino y fue un acierto, uno blanco y un tinto que nos gustaron mucho.
El servicio impecable, muy dinámico, apenas esperamos y todo el mundo muy atento y agradable, se respira muy buen ambiente.
Un lugar muy muy recomendable, sin duda volveremos.
Comer aquí es una experiencia culinaria, celebramos nuestro aniversario de bodas aquí y no puedo estar más contenta con la elección. Comida, servicio y atmósfera de 10. La recomendación del vino excelente.
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