Un lugar recomendable. Después de los montones de años que lleva abierto, lo mantienen impecable y es garantía de que vas a comer sano, rico y que te vas a quedar lleno. Es un lugar limpio y bonito, antiguo y moderno a la vez. Hay mesas, individuales, para dos, cuatro y mesa grande para compartir si vas sólo y no te importa sentarte con otras personas que también van solas. El servicio es rapidísimo pero no van estresados, conocen a gran parte de su clientela y se mueven con la agilidad de quien lleva tiempo trabajando en un sitio. Se ve “familiar”, si no son familia la han creado con el buentrato y el buen saber hacer. El menú completo son 14€ pero si quieres sólo primero y segundo son 12€, primero y postre 10€, sólo un plato 8€, o un bol de crema 6€ y sólo postre 4€…. Es perfecto que te den tooodas las opciones, pues dependiendo del día puedes escoger una cosa u otra. Yo comí unas lentejas buenísimas y un risotto maravilloso. En las mesas siempre hay una aceitera gigante de cristal y un salero, cosa que se agradece. En el menú puedes escoger entre 4 primeros (habia una ensalada espectacular, espaguetis con boloñesa y albahaca, una crema y las lentejas) y 4 segundos (berenjena rellena, risotto con setas y puerros y no recuerdo los otros dis) y 4 postres caseros (tiramisú, tarta de pera, tarta de chocolate, kefir). Incluyen pan de semillas. Yo no pude comer postre de lo llena que estaba con primero y segundo. Muy recomendable!! Sólo comida vegetariana. Las bebidas a parte. Y no se reserva pero es muy grande y tienen muchas mesas que en seguida se vacian y se vuelven a llenar. Tienen dos mesitas fuera. Tienen kombucha.

Increíble, deliciosa comida, es como si estuvieras en casa, buen precio por el menú del día que incluye entrada, segundo plato y postre. La verdad que recomiendo venir aquí, si viviera cerca creo que vendría por lo menos 4 veces por semana, además el servicio 10/10 y casi todo vegano 🌱 Muchas gracias 🙏🏼