Un restaurante con solera muy apropiado para festejar eventos o comer bien , muy bueno el chuletón pero me hubiese gustado mucho más sí lo llevarán a la mesa en piedra caliente es fundamental para el buen chuletón comerlo caliente y al punto qué sé desee , una opinión por lo demás excelente . Recomendable para darse un homenaje .
La primera vez que estuve me maravilló, aunque me pegué tal empacho que algo me sentó mal. Aún así quedé fascinado con el sabor del txuletón. Mi segunda experiencia fue peor, muy a pesar del magnífico servicio. Las cocochas estaban deliciosas, tanto en salsa verde como rebozadas, pero la ración (35€) era demasiado escasa. En cuanto al txuletón… me sentí un poco estafado. Primero, porque la carne no estaba vuelta y vuelta (roja) como la pedí, sino que estaba rosada… y para los que somos muy carnívoros, siento decirlo, pero no es lo mismo. Segundo, porque nos metieron un txuletón de 1,2kg que tenía casi más hueso que carne. Nos costó 85€ la txuleta y la cena un total de 180€ entre dos… y la sensación no fue positiva, más bien un poco decepcionante. Pagar ese precio por un txuletón y no disfrutarlo de verdad es una pena. Los postres estaban muy buenos, natillas caseras y trufas caseras. La calidad es excepcional, pero no puedes fallar en un txuletón que vale 75€/kg cuando has remarcado que lo quieres vuelta y vuelta. Ni está bien que acabes pagando ese precio cuando hay un hueso gigante. Volveré a por cocochas pero lo del txuletón me lo pensaré dos veces antes de repetir.
Un clásico navarro en Barcelona, una crema de langosta deliciosa, y el bacalao al pil pil también( lastima que el pil pil estaba poco caliente) y los chororicitos y la morcilla de Burgos, nos las cobraron sin pedirlas
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