Fui a cenar con mi familia y, pese a haber tanta gente, nos atendieron muy rápido, aparte las camareras que nos atendieron fueron super amables y majas con nosotros.
La comida estaba deliciosa, pedimos: huevos rotos con jamón, tiras de pollo empanadas, pulpo, gambas al ajillo y patatas dos salsas. He de decir, que mi plato favorito fueron las patatas dos salsas, se puede ver muy sencillo, pero en mi opinión, las salsas estaban increíbles y todo el mundo debería probarlas, a mi me dejó con ganas de más de lo ricas que estaban.
Y por último, el ambiente era bueno, el restaurante está justo al lado del río y por la noche es muy bonito y acogedor con las luces, también hay que tener en cuenta que en estos momentos hay mucho insecto, pero dejando eso de lado (dado que es algo que el restaurante obviamente no puede controlar, dado que nadie puede controlar a los insectos sobre dónde quieren ir), es increíble y merece mucho la pena.
Un lugar muy agradable para tomar algo, una terraza cerca del río con mucha sombra producida por los arboles que tienen, lo que hace que sea un sitio fresco para las tarde/noches de verano.
Buen servicio con buena atención del camarero, simpatía y rapidez.
Buena comida en general (calamares plancha/romana, ensaladas, croquetas, chopitos) aunque como siempre en todos los restaurantes hoy en día las raciones de croquetas por ejemplo impares.
Hemos repetido varias veces durante los días que hemos pasado en la zona, por lo que es un sitio para recomendar.
Muy rico todo lo que pedimos,Revolconas,Croquetas de jamón,ensalada de quesos y de postre tarta de queso y gofre kinder,todo buenísimo y la atención perfecta!
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