Hemos estado un grupo de 26 personas y no habíamos avisado con mucho tiempo. Nos han organizado unas mesas y nos han atendido magníficamente. La comida, estupenda y la atención mejor todavía. La decoración del local es un poco especial, pero a nosotros nos ha gustado, parece que estás dentro de una casita de muñecas. Todo un acierto.
Un sitio espectacular comenzando por la decoración y acabando con la comida. Las empleadas son súper amables y simpáticas, hay gatitos y el entorno es fabuloso.
Pedimos unos entrantes para compartir (ensalada de queso y patatas revolconas), y un costillar y cachopo también para compartir entre 3 y nos costó terminarlo. Cantidades generosas y todo buenísimo. De postre tarta de queso que estaba exquisita.
Para repetir sin duda alguna.
Un sitio encantador, muy distinto al resto de establecimientos que hemos visto en el pueblo. Se recomienda hacer reserva. Algunas personas venían a comer pero no tenían sitio. Fresco, junto a los árboles y el río.
La comida estaba rica pero nos ha resultado algo cara. Buen servicio, pero luego se llenó y tenían bastante trabajo.
El menú del día solo es entre semana.
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