Muy buena comida y especialmente muy buen trato. Un sitio genial para comer bien y estar un rato agradable en familia.
Además hemos podido estar con nuestro perrito en la terraza, lo que se agradece.
Sin duda alguna, en nuestro próximo viaje a Altea, volveremos!!
Buscamos un sitio para cenar cerca del casco antiguo de Altea y encontramos este restaurante tan acogedor y agradable. La comida era muy buena, muy bien preparada, todo casero. El servicio genial, muy rápido y la camarera super amable, nos invitaron a chupitos!
Pero sin duda lo mejor de la cena fue la compañía, el gatito naranja se aseguró de que no nos faltara nada :)
Es la 2 vez que venimos, y espectacular las masa Pinsa espectacular, muy crujiente y ligera, en cuanto a ingredientes muy naturales y las pizzas muy buenas.
Pedimos de entrantes nachos y la ración entera para 4 es cantidad más que suficiente, y de postre el tiramisú muy acertado, está fuera de carta pero pedirlo 100%!!
El servicio súper agradable y atento!
Un 10 en todo!
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