Situado en medio del pueblo y a 50 metros del museo del cantero (para visitarlo
antes de comer), está atendido por Ana y Alfonso. Derrochan amabilidad y profesionalidad. El menú de fin de semana con 13 primeros y 13 segundos, está cocinado con una gran profesionalidad (un 10 para la cocina). Éramos 9 y se sirvieron los 9 primeros y segundos todos a la vez, sin retraso. Eso demuestra que la cocina funciona. Postres caseros y también ricos. Salimos muy contentos y seguro que si tenemos oportunidad, volveremos.
Ha sido la primera vez que hemos visitado el pueblo. Y no sabíamos bien dónde comer así que me guié por las evaluaciones de otros clientes sobre el sitio. Como había feria medieval, íbamos sin reserva, pero nos atendieron igualmente. Comimos menú especial de fin de semana. Las sardinas espectaculares, así como la ensaladilla rusa casera. Y de segundo, el solomillo con mostaza y la parrillada de carne de 10. Los postres muy buenos, elegimos tarta de queso y café bombón. El servicio genial. Mucha amabilidad, rapidez.... sitio muy recomendable! No será la última vez que vamos cuando volvamos al pueblo.
Restaurante familiar, con trato exquisito, por parte de Ana y Alfonso. Muy comodo y limpio y la comida muy bien hecha. Los postres un poco flojos. Menú asequible y platos abundantes y ricos. Los guiso especialmente ricos, rabo de toro, carrilleras, judiones, todos ricos. Recomiendo las sardinas marinadas, plato no habitual y muy rico.
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