Pedimos menús para compartir y estaba todo muy bueno.
Lo que menos nos gustó fue el tartar, pero porque esperábamos otro plato, la verdad...
Lo que más nos gustó fue el falso risotto y la carne.
Los postres están todos muy ricos y se nota que son caseros.
Restaurante que ya he visitado en varias ocasiones y que siempre ha sido un acierto. El menú degustación nunca deja de sorprenderme, platos bonitos y muy ricos. El ambiente es tranquilo y agradable y el servicio muy atento.
Si tengo que ponerle un pero y por eso no le doy 5 estrellas, es porque quizás, para mi gusto, te traen los platos demasiado rápido, llegándose a acumular tres distintos en la mesa. Mejorando esto, le daría 5 estrellas sin pensarlo.
Precio genial, económico. Ambiente espectacular. Comida muy aceptable por ese precio (Menú sobre 18€).
Lo peor el servicio, no te orientan nada, tienes que apañarte con el QR y que cuando llegue el camarero prácticamente le cantes claramente la comanda. Si no sabes uno de los platos te dice que lo tienes que decidir y se va y al rato vuelve y vuelta a empezar de cero. El asunto es que según el camarero es la política del restaurante hacerlo así....
Si repito será por alguna comida en grupo buscando economía, sin muchas exigencias
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