Una autentica maravilla en Zumaia. Un lujo para el paladar.
Fuimos guiándonos por la valoración y superó nuestras expectativas.
Comimos en la terraza frente al puerto, el tiempo acompañaba.
Para empezar, el montaje de la mesa, que si bien la mesa no estaba vestida en tela, tampoco se extrañaba. Servilletas impolutas en tela bordadas, cubiertos, platos y vasos pulcros.
La presentación de los platos excepcional.
Pedimos platos para compartir y el detalle de servir un solo plato en dos, me sorprendió gratamente.
En lo que nos servían los platos, nos trajeron un aperitivo delicioso, una sopita de melón (por el sabor y el color, diría que era Cantaloup) y una tostita de mantequilla o cremoso de perejil con tomate seco.
De primero la ensalada de burrata y anchoas, deliciosa. Servida sobre una cama de un símil al salmorejo, con unas anchoas que juraría que la salmuera era casera y pequeñas bolitas de helado de manzana que contrastaba los sabores, dándole un toque mas que acertado.
Después probamos la merluza de pincho asada y he de decir que NUNCA había probado una merluza tan deliciosa. Bien cocinada, con el punto perfecto de cocción,que la hacía tan jugosa y sabrosa. Manjar de dioses. .
Después nos pasamos al solomillo con salsa trufada. Punto perfecto, sabroso, tierno, se deshacía. La salsa espectacular Simplemente, brutal.
Como colofón el postre. La torrija. Si bien no es la torrija clásica, la de las abuelas, con una textura distinta, consiguen, en una porción recordar el sabor al 100% .
El servicio excelente en todo momento.
Calidad-Precio de 10.
Desde luego, cuando volvamos por la zona iremos sin duda.
Gracias al Chef por compartir con nosotros esa delicadeza y explosión de sabores en sus platos.
Enhorabuena.
En pleno puerto de Zumaia, un restaurante donde comer un menú de alta calidad por sólo 24 €, o bien, comer de la carta a un precio mas elevado pero con garantía de calidad.
Fuimos a su terraza a tomar rabas y unos vinos y estuvimos muy agusto.
A la noche fuimos a cenar y nos atendieron de maravilla, así como la cena fué excelente.
El restaurante tiene unas vistas maravillosas al puerto de Zumaia, fácil aparcamiento y adaptado a minusválidos.
Recomiendo las rabas para picar, las croquetas, entre otros. Pero lo que más nos gustó fue lo que ellos llaman "orgía": piparras y pimientos fritos con sal gorda.
Restaurante con vistas al puerto de Zumaia.
Pescados de excelente calidad.
Servicio muy cuidado.
Destaca la ensalada de centollo y el rodaballo.
Local muy luminoso y cómodo
Muy recomendable
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