Inés María García Lavilla
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Un local pequeño y acogedor, fuimos un grupo de seis personas y salimos todos encantados. Recomiendo reservar y pedir el menú para poder probar un poco de todo. La atención muy buena, con indicaciones y explicaciones sobre cada plato. Comida casera, tortillas hechas a mano...Las fotos que adjunto hablan por sí solas.
Muy buen producto, muy buena atención y muy buena persona. Precios muy ajustados para lo que comimos. Todo es casero. Desde las tortillas y los totopos hasta la carne y todo. Si que es verdad que la carta es reducida en si, y nos gustaría que la ampliase pero todo a su tiempo poco a poco. El dueño fue excelente con nosotros y esque se nota que todo es auténtico (de hecho su mujer es mexicana, todo un puntazo!). Un buen lugar para comer en Zaragoza.
Un pequeño restaurante para disfrutar del sabor de México.
El menú es ideal para probarlo todo y el propietario te va aconsejando sobre la marcha y el resultado es muy satisfactorio. La sopa azteca con tomate es una grata sorpresa y el guacamole con nachos caseros, ¡Qué textura y sabor!, buenísimos con sus jalapeños.
El menú sigue con flautas, tacos y demás, con sabores genuinos y caseros. Todo acompañado de distintas salsas. El nivel de picante está adaptado a nuestro nivel de tolerancia aunque se puede pedir más picante que es lo que haré la próxima vez.
Se acaba con un postre; dos bolas de leche frita deliciosas y que no se hacen nada pesadas.
Ha sido una experiencia muy grata, calidad excelente, todo casero y cocinera mexicana de verdad. De precio muy bien y quiero destacar la amabilidad, honestidad y buen hacer del propietario. Son cosas que últimamente es difícil de encontrar en hostelería donde priman las tonterías, la altivez y el sablazo. Nada de eso encontrarás aquí.
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