167 años de antigüedad se explican por la calidad y el servicio de esta pastelería.
Durante unos días de estancia en Zaragoza la visité dos veces. En ambas ocasiones todo lo que probé fue excelente: Hojaldres rellenos de “cabello de ángel” (Pumkin jam) y totalmente cubiertos de piñones tostados; Hojaldres trenzados con abundantes frutas confitadas; Yemas glaseadas; “Frutas de Aragón” (Frutas confitadas cubiertas con delicioso chocolate negro).
Si, los precios no son baratos, pero, en conjunto, son menores que los de pastelerías de prestigio de Barcelona o Madrid. Y la calidad del producto es excepcional.
A esto se le suma un servicio exquisito. En mi segunda visita, cuando ya había pagado la compra, la vendedora me preguntó si ya me habían explicado cómo se hacían las “frutas de Aragón” que acababa de adquirir. Le dije que no, y a continuación, dedicó unos minutos a explicárnoslo a mi esposa y a mí, al tiempo que nos ofrecía una degustación de las mismas. Al comentarle que estábamos de viaje, y que ya nos marchábamos de Zaragoza, nos regaló una muestra de turrón de guirlache, que ambos reconocimos como uno de los mejores que hemos probado nunca. Esta amabilidad es la que marca la diferencia y hace recordar lugares como éste.
Por otra parte, entrar en este local es, en sí mismo, una experiencia para recordar. Es como viajar en el tiempo. Un local pequeño, con la decoración de madera de hace más de 150 años, los productos expuestos como pequeñas joyas, y al fondo las fotografías de personas famosas que a lo largo de los años han visitado la pastelería.
Excelente pastelería centenaria donde prima la calidad y variedad de sus productos elaborados de forma artesanal. La gallina es el icono de esta tienda al ser su producto el huevo una materia imprescindible en la elaboración de sus productos.
Muy buena atención de su personal.
Mi pastelería favorita los merengues las trufas las guindas las yemas el pancake con chocolate y nata delicioso y el roscón de reyes con una rosa y un pajarito de decoración y todo te lo preparan tan bonito y con tanta clase la pastelería lleva abierta desde 1856 y es una auténtica joya os recomiendo visitarla GRACIAS Tania que bonito nos lo preparaste eres una artista y una gran profesional te aconseja muy bien y siempre con una gran sonrisa podéis hacer el encargo lo dejáis pagado y luego para recogerlo no tenéis que esperar
José Carlos Caules Cano
+5
Pastelería tradicional en el centro de Zaragoza. Turrones y dulces típicos artesanales. Obligatorio pasar para amantes del dulce y de la tradición artesanal.
EXCELENTE 🤤. Los zaragozanos son muy afortunados de tener una pastelería así en su ciudad.
La descubrimos por casualidad, y todos los días de nuestra estancia paramos a darnos un capricho y comprar regalos.
Los macarons, los pasteles, el guirlache, las frutas de Aragón, el marrón glace... Todo lo que probamos exquisito, y los pasteles me parecían hasta baratos para lo que son.
La atención excelente, y eso que el primer día fuimos prácticamente a la hora de cierre.
Si vuelvo a Zaragoza, volveré y lo recomendaría sin dudarlo 🍰🎂🧁
Un comercio súper bonito, todo decorado, con maderas y gallinas, se trata de un obrador, donde venden pasteles, bombones, chocolates ... los mejores de Zaragoza. No dudes en entrar, podrás comprar o encargar zapatos de chocolate, sardinas de chocolate del ebro, hasta un bolso de Louis vuitton de chocolate. El personal es súper amable por lo que recomiendo que os paséis por este establecimiento, aunque sea para verlo. Súper bonito me encanto!!
Turrón de los esposos... espectacular, almendras fresquísimas, su toque de ahumado, friable y fácil de comer.
Soy un apasionado de turrón desde niño y este sin duda es de los mejores que he probado.
Pastelería emblemática, venden bombones y dulces artesanales, vinos y licores en una pastelería clásica con obrador propio fundada en 1856. El trato es excepcional,te dan una explicación de lo que compras, digna de visitar. Admiten el bono del chocopass comprado en la oficina de turismo.
Pastelería emblemática de Zaragoza con productos elaborados de la mayor calidad. La atención es súper detallista y todo está riquísimo. Mis favoritos, las trufas de rosa y las de violeta! Vale la pena pasar aunque solo sea para mirar el escaparate.
Llama la atención el escaparate, los productos expuestos, la solera. Luego el producto en nuestro caso, correcto, sin más. Compré: yemas, frutas de Aragón y frutas de Niza. Hace gracia por el sitio.
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