Que bonita sorpresa cada vez que vengo a este pequeño y escondido restaurante a las afueras de Figueres.
Es la segunda vez que venimos y seguro no será la ultima.
Regentado por dos peculiares a la par que encantadoras personas que te harán sentir agusto y como en casa. Producto de calidad, proximidad y cocinado con mucho esmero y cariño. Menu cerrado de 30 euros con variedad pero sobre todo Calidad. Un sitio en el que hay que hacer parada obligatoria si estas por la zona.
La palabra es magnífico. Las patatas rellenas del chef Carles son espectaculares, la ensalada de higos con queso son una oda al buen gusto y qué decir del entrecot, en su punto, jugosisismo, servido con unas patatas caseras, unos calabacines deliciosos y una ensaladilla de alubias absolutamente Deli. Los vinos recomendados son exquisitos y perfectos para maridar
Fue una sorpresa muy agradable comer en Mama Roser, no ha había estado y me llevé una muy buena impresión.
Platos muy bien presentados con muy buen gusto y muy sabrosos.
Mi intención será volver otra vez.
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