Es un restaurante en un pueblo pequeño al que se llega por una carretera un tanto sinuosa pero que merece la pena al 100%. Pedimos tres menús que incluyen pan, agua, vino y postre y por supuesto un primer plato y un segundo. No recuerdo como se llamaba el primer plato pero era con patata y cebolla carameliza con queso también, estaba muy bueno pero lo que triunfaron fueron los segundos que fueron chistorra, carrillada y el otro no recuerdo bien el nombre. Pero sin duda la carrillada estaba espectacular de los tres fue el que más nos gustó. Y el servicio de los camareros y el personal fue impecable nos trataron de 10. Volvería sin dudarlo.
Un restaurante en un pueblo con comida casera, el menú ronda los 14€, la comida está muy buena, el servicio es atento y amable, se come muy bien por un precio ajustado. El menú incluye postre y agua, pan y vino (rosado, tinto o blanco). Dentro tienen aire acondicionado, pero fuera si hace buen tiempo se está bien debajo de los árboles cuando hay algo de brisa y es muy bonito el sitio. Un gran descubrimiento.
Un gran sitio para ir a comer, especialmente el menú de fin de semana, muy completo y a un precio de los que ya no encuentras. Todo delicioso, sobretodo los calamares a la romana y la variedad de guisos y carnes que ofrecen de segundo. También genial en cantidad. Si hay algo a mejorar son los caracoles, muy mejorables. Servicio, pan, vino, todo perfecto, además cuentan con un parque infantil fuera y debido a la ubicación tranquila del sitio pueden jugar los niños sin peligro. Para repetir en un entorno genial.
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