Buen sitio para comer, con carta y menú de 16 euros sin bebida.
Menú con diferentes primeros y segundos, postres caseros y café.
El trato es amable y servicio rápido. Ambiente tranquilo.
Se aconseja llamar para reservar.
La comida buena, la tarta de queso regular.
Fuimos a cenar y la verdad que espectacular, nunca hubiese imaginado que en un pueblecito así me encontraría con un restaurante como este.
Los entrantes que pedimos (croquetas y nachos), totalmente casero y delicioso.
De principal pedimos Carme (entrecot y solomillo) y, al igual que los entrantes, súper buenos.
Volveremos sin lugar a dudas cuando volvamos por la zona.
Sitio totalmente recomendable. Cocina tradicional de calidad a un precio razonable. Volvería a parar sin lugar a dudas.
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