![4]( "Recensione")
Hace muchos años que frecuentamos éste restaurante, unos 16-17. Desde la última vez que vine pasó tiempo al cambiar de localidad, lamento decir que noté y mucho el cambio de dueños. Recuerdo una vez que también estuve años sin ir, al entrar y sentarme.. la chica tan tan tan amable cómo era ella de detallista, me preguntó por mí y por mi familia, hijos etc, los recuerdo muy atentos todos. Sólo al entrar saludaban de forma que te hacían sentir en casa. Ésta vez brillaba la amabilidad por su ausencia. Al marchar y brindarles una bonita sonrisa de despedida, hicieron lo mismo. Les costó pero qué poco cuesta sonreir, hacer sentir bien al que entra. Es muy importante. Creo que tendrían más gente de la que tienen todavía. Quizá sólo tenían un mal día, pero al entrar daba la sensación de que molestabamos. En fin... La carta cambió. Antes tenían platos diferentes. La comida es calidad. La limpieza escasa. Antaño estaba todo cómo los chorros de oro, el cristal de fuera... me abstengo de poner foto me sabe mal. Es un lugar que apreciaba mucho. También puntualizo que con el otro dueño siempre pedía en el menú un agua con gas, aquí no entra. En la mayoría de restaurantes chino suele entrar, aquí no. Gracias de igual manera. 🤗🙏
La comida está muy bien, son rápidos y amables y el salón es bastante grande.Me gustó el arroz cantonés, un pollo con salsa de soja y el helado frito. Por poner pegas, el lavabo necesita un repaso, se ve muy dejado y si estás cerca sale un olor poco agradable a tubería.
Experiencia excepcional en este restaurante. El servicio se distingue por su amabilidad y atención, destacando especialmente la rapidez con la que sirven los platos. La calidad de la comida es notable, con opciones deliciosas que se complementan con precios asequibles. Recomiendo este lugar sin ninguna duda; una elección perfecta para disfrutar de una excelente gastronomía sin comprometer tu bolsillo.
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