Una grata experiencia en este bar del centro de Valladolid. Fuimos a desayunar atraídos por la terraza, donde daba bien el sol, y acabamos comiendo unos platos muy ricos: la tortilla, aunque la especialidad de la casa es lleva un alioli suave, la pedimos tradicional y estaba muy jugosa, bien sabor; el pan payés con aceite y tomate, bien presentado y rico también. Buena atención, buenos precios. Nos gustó mucho. Para volver y repetir.
No soy cliente habitual pero me falta poco. También es cierto que vivo un poco lejos del sitio y que no estoy tanto como querría.
No obstante, siempre que puedo, y a poco que estoy cerca, aprovecho para acercarme a tomarme un café con leche y un pincho de tortilla de patata con ali-oli. El ali-oli siempre ha tenido un "no sé qué" que "qué sé yo" que ha hecho que vaya como un enfermo hacia ese pincho de tortilla.
De todas formas, si quieres trascender de la tortilla de patata, también creo que tienen buena barra. Siempre que una compañía mía ha pedido algo, todo tenía muy buena pinta.
Valoro especialmente el buen ánimo de los trabajadores, lo tremendamente efectivos que son y el hecho de tener terraza. La ubicación también es buena (a dos pasos de San Pablo) y el local es medianamente grande por dentro.
Dentro del Dream Team de la ciudad.
Genial, el viernes fuimos a tomar una cerveza y anoche sábado a cenar. Tiene una terraza muy agradable, buen servicio, muy atentos y pendientes y unos torreznos riquisimos
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