2/2 Enero 24': Hemos vuelto a almorzar a este local. Ha cambiado de dirección: lo regenta actualmente una pareja de asiáticos, pero se mantiene el estilo del local. Los bocadillos que hemos tomado, unos chivitos, estaban muy buenos. La atención, muy bien por parte de ambos.
1/2 Marzo 22': Tuvimos suerte de encontrar mesa en plenas fallas. Para cenar pedimos un poco de picoteo y bocadillos. Las patatas bravas y los calamares a la romana, muy buenos y crujientes, recién hechos. Los bocadillos, espectaculares, buenísimos. Café Candelas, estupendo. Nos cobraron dos cervezas de menos por error, que animamos y nos dieron las gracias por habérselo dicho. Bebidas y cafés y no llegó a 9 € por persona. No conocíamos está cervecería, pero nos sorprendió y volveremos.
En el entorno de las Torres de Quart es uno de los mejores bares de almuerzos. Aunque hay una gran variedad de bocadillos, destaca la elaboración al momento de puntilla y chipiron a la romana, de una calidad muy notable en un mundo de adulteración, potón y tente tieso. Las tortillas están a buen nivel y el servicio es esmerado, basado en la coordinación entre la cocina y las mesas, porque saben que la gente tiene media hora para ir, almorzar, y regresar. A mediodía, un menú económico sirve para que la gente que trabaja por las tardes pueda comer de cuchara, sin grandes dispendios. La regularidad es la nota principal, una cosa difícil de conseguir en medio de tantos desánimos en la hostelería.
Un lugar muy abradable, con Buena atencion y comida. Recomendado
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