He de decir que al entrar, la decoración y arquitectura del edificio te deja alucinado. Un comedor muy amplio con mesas antiguas muy bonitas, techos altos de madera... El servicio ha sido rápido y atento y todas las chicas que nos han servido han sido muy agradables. Hemos pedido menú entre semana (10€) que incluye 3 primeros, 3 segundos y 3 postres (2 de ellos caseros) a elegir. Las cantidades son muy correctas y la comida estaba buena, cuidando la presentación. No son nada tacaños con el pan y el vino de menú es bueno. Para nada parece un menú de 10€.
Los baños están limpios y cuidados y disponen de cambiador de bebés. Tiene una buena terraza fuera, aunque el aparcamiento es algo estrecho.
En definitiva, es un sitio que recomiendo y que me ha dejado muy buen sabor de boca.
Lugar pintoresco donde el pueblo es solo este caserón que además es muy bonito y cuidado.
Los precios realmente buenos y la calidad de los productos óptima.
Merece la pena hacer unos km saliendo de la autopista para degustar sus productos.
Cecina espectacular, el solomillo super tierno y el escalope enorme.
El entorno realmente agradable
Un pueblo especial con 1 sola casa que es, a su vez, un restaurante.
Un lugar acogedor, que aprovecha un gran caserío con obra para conseguir un amplio comedor.
Está en la frontera entre Castilla y León y Cantabria y fácil de llegar desde la Autovía de Santander.
Tienen carta y menú. El menú consta de 3 primeros, 3 segundo y 3 postres a elegir. En alguna vez anterior (quizás fue festivo) había mayor número de platos a elegir. El caso es que las combinaciones del menú son, creo, suficientes para cualquier persona. Si no te convenciera, siempre tienes la carta. Esta carta es muy variada y seguro que encontrarás algo que te apetezca.
La calidad de los productos cocinados es muy buena. Las carnes y embutidos en especial. La forma de cocinarlos es básicamente brasa o plancha, pero no quita que encuentres alguna salsa (para entrecots y solomillos).
Las alubias pintas y mi hígado de ternera encebollado estaban deliciosos. Las costillas (ojo! De cerdo, no de cordero) no han parecido gustar mucho. Los filetes, escalopa, chuletones y solomillos, perfecto.
Los postres del menú son caseros. El arroz con leche estaba bien, las natillas con compota de manzana muy buena (equilibrado el punto de azúcar) y el tiramisú bueno también.
Lo mejor de todo, el precio. 290€ para 16 personas. Creo que está muy bien para lo que hemos comido.
Muy recomendable el revuelto de huevo, cecina, queso y cebolla.
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