Fabuloso, impecable como cada vez que venimos.
Llegas y tienes un aparcamiento bastante grande para aparcar, llegas y te reciben con una sonrisa, y esta actitud se mantiene durante todo el servicio por parte de todo el personal, siempre es un placer venir pues es una experiencia muy agradable y tanto Julián como su mujer son la caña, hacen que este lugar sea especial.
Tienen un servicio rapidísimo, pides y nada de esperas, muy acompasado y ordenado, hacen un trabajo extraordinario en el sentido de servicio al cliente.
Es un restaurante muy limpio, incluso los baños , todo está impecable, así da gusto, en mi opinión quedan pocos lugares así, y además te hacen sentir como en casa.
Si además vienes a celebrar un cumpleaños como es nuestro caso Julián se encarga de animar a todo el mundo, te ponen una velita y todo el restaurante te canta el cumpleaños feliz. La verdad, hacéis que cada visita sea especial.
Y el trato con los niños excepcional, pues igual que hacia los mayores. De verdad, Julián, un millón de gracias por ser así con todo el mundo y alegrarnos de esta forma tan especial cada visita. Sois de lo mejor que tenemos en Valdemoro.
Sin duda, recomiendo enormemente este lugar para venir a comer o cenar. Es especial, tanto el equipo al completo como el lugar.
Mis hijos son unos enamorados de esta cadena de restaurantes y sobre todo de sus patatas fritas con bacon. Hemos estado en bastantes y, puedo decir sin duda alguna, que me quedo con este. El trato de sus dueños, Julián y Mónica, es excelente y la comida buenísima. Recomendado 100%
La comida está realmente buena. Y el trato por parte del personal es inmejorable, distendido y amigable, así da gusto.
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