Fuimos sin conocerlo y nos encantó. El sitio estaba lleno y no teníamos reserva aún así el camarero nos preparó una mesa enseguida haciendo un poco el tetris con las reservas que tenía lo cual apreciamos mucho. Tienen una carta muy extensa por lo que nos hizo dudar pero preguntamos al camarero que nos aconsejó de maravilla, teníamos claro que queríamos probar el producto cántabro. Cantidades muy abundantes y producto de muy buena calidad además de rico, nos sorprendió mucho. Además los precios realmente buenos. El servicio de 10, de hecho teníamos a los dueños del local al lado cenando y no dudaron en levantarse cada dos por tres para ayudar con las comandas y atender mesas, la nuestra misma de hecho. Lo recomiendo totalmente.
Lo mejor que se puede decir es que intentan por todos los medios que te sientas en casa...y lo consiguen.
Se nota la preocupación porqué en todos y cada uno de los platos te quedes satisfecho.
Se nota la preocupación por que estés a gusto.
Cuando recomiendas èste restaurante sabes que no estás fallando.
Eso sí...si estás acostumbrado a visitar todos los días restaurantes Michelin o a comer sólo en casa,seguro que encontrarás pegas.
Hemos ido tres veces, dos para menú y una para cenar.El menú super completo por 11,90€ comida casera y muy buena sobre todo los platos de cuchara el servicio muy bueno y el trato también.Los puerros rellenos hay que probarlos están de lujo.100×100 recomendable.
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