Restaurante reformado con toques modernos.
Comida variada y fuera de lo tradicional. Los precios no son excesivos pero no baratos.
Probé la hamburguesa, y muy buena relación calidad precio.
El camarero tuvo el detalle de invitar a una ronda de bebida por que había mucha gente y la comanda iba a tardar.
Bar con carta un poco justa, lo que probamos estaba muy bueno, las salsas excelentes, croquetas de rabo de toro muy buenas, calamares fritos como hace tiempo no comía. Tarta de queso estupenda, un fallo no tener tarta de la abuela, volveré a probar más cosas. Recomendable
Hemos estado comiendo mi pareja y yo . Hemos pedido unas migas manchegas que estaban muy buenas , unas albóndigas de ciervo , que no son las típicas albóndigas , van rebozadas sobre una cama de puré , y un pollo al curry con arroz que ha sido lo que más nos ha gustado . Una cerveza y una Coca Cola . 45€ …. Nos ha parecido un poco caro pero todo estaba buenisimo.
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