Haciendo turismo por Teruel entramos a comer a este restaurante y no ha defraudado, todo un acierto. El local está muy céntrico, en una plaza muy concurrida y con varias oficinas de organismos oficiales. La distribución que tiene es muy atractiva y la decoración acompaña. Tiene unos generosos ventanales que dejan entrar una luz natural envidiable. Mesas vestidas de papel negro y muy amplias, como para no molestar a los comensales de al lado. El servicio es rápido, extremadamente amable y muy cordial, en un ambiente tranquilo. La carta es cortita, pero muy apetitosa y la calidad de los productos es incuestionable: El jamón está realmente delicioso, acompañado de un rico pan tostado con tomate y las carnes de gorrino (costillar y solomillo) están realmente soberbias, con un punto y sabor espectaculares. La presentación es atractiva y la calidad de la ejecución es sencillamente magnífica. Hay que destacar que todas los platos son bastantes generosas en tamaño y cantidad. A los postres no llegamos y nos obsequiaron con un café y un chupito de licor. Al dar finiquito a todas estas ricas viandas percibimos un profundo sentimiento de satisfacción y de haber comido realmente bien, dando al traste con cualquier intento de dieta adelgazante. Precio: Muy ajustado a la calidad y la cantidad ofertadas. MUY RECOMENDABLE y mucha suerte para estos chicos que parecen estar empezando.

UN buen sitio para disfrutar de UN Rato agradable con amistades