Buenísimo todo y el trato genial, el camarero muy majo. Estuvimos 4 en navidades y comimos de menú pero parecía de carta. Económico y rico, y el sitio muy agradable.
Comimos habitas, el tartar de atún, las ¿migas? y el postre, muy recomendable todo.
Este establecimiento está en pleno centro de Tarragona, en la Plaza de Corsini al lado del Mercado Municipal.
El local consta de dos plantas.
Cuando entras tienes la barra del bar a la izquierda, unas mesas altas a la derecha y al fondo dos o tres mesas normales y una escalera que accede al piso superior donde hay más mesas.
En el exterior hay una pequeña terraza con más mesas.
Decoración elegante, donde destacan varias paredes pintadas con motivos de Bilbao, como la araña del museo de Gugenheim, el perro de flores y plantas del mismo museo, edificios de la parte vieja de Bilbao, etc.
Buena iluminación y limpieza, tanto del local como de los aseos.
Ofrecen ofertas para desayunar, además de la carta con bocadillos fríos y calientes.
También tienen ofertas de menú diario para comer por 10,90 euros y distintas sugerencias del chef.
El bocadillo mediano de lomo una delicia, así como el pan del mismo muy crujiente.
Medio bocadillo de lomo y una caña de cerveza (más olivas como detalle del bar) por 4,30 euros.
La empleada muy cordial y servicial en todo momento.
Tienen que mirar de arreglar el cierre de la puerta del aseo de las mujeres, que no funciona bien y se queda una rendija por la que puedes ver, y que te vean mientras estas en una situación íntima comprometida.
Sitio acogedor en el corazon de Tarragona. Cocina elaborada
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