Maribel Bellido Fernández
+4
Muy buena experiencia. Sitio muy agradable con una terraza con vistas inmejorable. El servicio encantador y muy rápido. La comida buena, destacando la ensaladilla y el atún, la carne también rica y te ponen una parrilla de carbón para que le des el último punto, el postre fue lo que menos nos gustó. Buena relación calidad precio. Volveremos.
Se encuentra en un lugar recóndito pero bien señalizado en cada intersección una vez en la carretera militar. El último tramo es un camino no muy apto para turismos; en caso de lluvia al ser en pendiente puede haber dificultades para llegar al restaurante donde, una vez allí, hay una zona de aparcamiento.
Buenas vistas, buen ambiente, buena comida y buena atención; el precio es alto pero siendo todo bueno y un lugar muy particular está justificado.
En líneas generales bien. Complicado llegar porque la carretera no está en buen estado. La calidad de la comida es buena y la atención también. Pedimos ensaladilla ucraniana (la ensaladilla rusa de toda la vida), nada destacable; paté de perdiz y morcilla, bien sin más, mejor el de perdiz; tartar de atún insulso y tartar de salmón, mucho mejor. Precio medio, sin vino, 38 euros por persona.
Vistas espectaculares y comida muy sabrosa.
Aunque no es un sitio barato, la relación calidad-precio es muy buena.
No hay suficientes estrellas para describir el entorno dónde se encuentra.
Hay por allí un mastín que te acompaña tranquilamente en tu velada 😂
Volviendo de Vacaciones de Cádiz, paramos a almorzar.
enclavado en un lugar maravilloso , con vistas a las playas de tarifa desde las alturas.
Una carta Corta pero muy bien seleccionada, productos de muy buena calidad.
Es un lugar fabuloso. Las vistas son espectaculares, la comida es excepcional, y el servicio es impecable. Realmente es único, se queda en la lista de “tengo que volver”.
Sitio un poco escondido en Tarifa pero al que vale la pena ir. El camino es un poco complicado por que la carretera no está en muy buen estado, pero con un turismo normal accedes perfectamente al restaurante, además está perfectamente señalizado. Cuando consigues llegar arriba te enamoraras de las vistas y del espacio que han creado: un pequeño viñedo, un espacio para tomar algo… perfecto para hacer una comida en grupo. En su carta carnes, rodaballo salvaje… eso lo mejor. Recomiendo ir a cenar, acudir un poquito antes para ver el atardecer, si hace buen día se ve África y te puedes hacer unas fotos muy bonitas. Los camareros majisimos. Vale la pena, volveremos.
Begoña Ruiz de azua cotado
+5
Descubrimos un sitio espectacular. Vistas inmejorables. Comimos muy bien. Comentario negativo de una empleada , le pedí una cerveza que llevaba tiempo esperando y la contestación fue literalmente: eso se lo pides a mi compañero que es el que te está atendiendo. Por favor, que poca profesionalidad contestar a un cliente a si…. Por lo demás todo genial.
Ha cambiado de dueño y no lo habíamos probado, todo de 10. El rabo de toro, exquisito de verdad.
Excelente el rodaballo, carne, tomate, las alcachofas...
Se nota que el cambio de propietarios le ha venido muyyyyy bien.
Una maravilla de sitio con un personal encantador y una comida maravillosa.
Sin duda un descubrimiento en medio de la nada! Tendrás que desplazarte en coche para llegar a el, pero sin duda sus vistas, trato recibido por su servicio y correcta cocina, lo compensarán. Recomendamos reservar. Dispone de parking, terraza y salón interior
Las vistas son fabulosas, de esas que permanecen en la memoria. La carta es corta y sencilla, buen producto. Hay vinos locales ricos. Qué pena que tardasen tanto en traer la guarnición de la carne, aunque el servicio es atento y profesional. El postre de Torrija con helado es delicioso. Muy recomendable.
Espectacular sitio cerca de Tarifa, las vistas ya merecen la visita, abren todo el año, una carta no muy amplia, lo que se agradece y unas carnes espectaculares. El servicio muy simpático y agradable.
Restaurante con unas vistas preciosas. Es recomendable ir en un día con buen tiempo y sin mucho viento, aunque también se puede comer en el interior. La carretera de acceso no es demasiado buena. Comimos unas alcachofas buenísimas, unos judiones bien sabrosos y una carne con el detalle de que sacan a la mesa una mini parrilla para que la termines de hacer a tu gusto y no se enfríe.
Espectacular entorno, en plena naturaleza, con increíbles vistas a las playas de Tarifa y a la montaña. Espectacular también su alta cocina, con carnes Premium, pescados de la tierra, con guiños a la cocina vasca y deliciosos postres... e insuperable la atención y el trato familiar de Miguel Ángel y resto de profesionales de su equipo. Es ciertamente un Tesoro, de visita obligada si vas por Cádiz.
Si buscas un TESORO es el lugar, con unas vistas preciosas y únicas de la costa viendo como anochece en tarifa, valdevaqueros y a lo lejos África.
Si todo lo anterior lo añades un buen vino, con una tabla de quesos de Cádiz, una ensalada de su casa y una carne espectacular con sus brasas al gusto lo haces inigualable…
El servicio rozando la perfección, una atención inmejorable y su encanto es único..
Muy recomendable
Todos los platos estaban buenísimos. Todo el servicio muy cercano. Y el contexto, en un paraíso. Además una playlist de fondo muy actual
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