El sitio no es muy grande, pero cuando fuimos no estaba lleno, así que se estaba bien. Por la zona se aparca fatal, hay que darse varias vueltas por las callejuelas. La comida estaba buenisima, pero tardaron bastante en poner un segundo plato que debería haber salido a la vez que un arroz.
Lo único que nos pareció desproporcionado es el precio del vino. Nos cobraron 30 eurazos por 2 botellas de un vino blanco normalucho.
Seguro que repetiremos.
Con reserva previa llegamos y el arroz con bogavante ya estaba preparado para salir a la mesa. Sólo esperamos 6 minutos.
Un arroz difícil de servir a su hora y en su punto, con sabor y sustancia. No sobró nada y eso que podía haber sido para 3 comensales bien servidos.
Un vino tinto ribera del Duero ofrecido muy bueno que acompañaba muy bien al arroz. Lástima tener que conducir para no disfrutar de esa botella con tranquilidad.
Para los niños esperaron algo más pues pidieron menús al llegar, aún así no hubo inconveniente alguno puesto que era entendible.
El único pero que no desmerece en absoluto la comida es el precio del postre (panacotta) casero, que se paga sin desmerecimiento y sin reticencias por toda la buena atención mostrada durante toda la comida.
Un servicio en mesa atento sin faltar detalle de tú a tú.
Esperamos repetir a pesar de haber ido desde Illescas para probar otros arroces.
Siento no poder poner fotos del arroz pero por la buena pinta que tenía no dió tiempo y ya estaba en el plato servido.
Merece la pena salirse 5 minutos de la autovía. Muy buena comida y muy buen trato, recomendable
An error has occurred! Please try again in a few minutes