Fui a comer con mis amigos por primera vez y a todos nos encantó. Tanto la comida como el local y el servicio. Es un ambiente super acogedor, como estar en casa. La comida fusión, bastante elaborada.
Pedimos: noodles, mejillones,el ceviche, arroz, tacos de pollo(super buenos) y postres. A todos nos pareció un poquito caro para lo que es la comida en sí, pero repetiremos. Es un sitio muy agradable.
Como única pega, el horario que tienen es Bastante reducido.
El sitio tiene encanto, es bastante acogedor, con un interior bastante íntimo, bien decorado y una terraza agradable. Para comer pedimos ceviche, noodles, ramen y tarta de queso, que si bien es verdad que estaban ricos, tampoco me parecieron extraordinarios y me pareció un precio algo excesivo para las cantidades. No es un sitio barato. El servicio muy agradable, aunque estuvo algo lento.
Una terraza acogedora y comida muy rica.
Sin duda, recomendable el pad thai (no sé cómo lo llamaban en carta, pero es tipo pad thai).
La atención muy buena, muy amables, aunque tardaron mucho en traernos la comida, cuando fuimos la primera mesa en sentarse en el primer turno de comidas y entre plato y plato pensábamos que se habían olvidado de nosotras. Cosas que pasan, supongo. De todos modos, recomendable restaurante.
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