Suena a tópico pero el trato ha sido inmejorable.
De esos sitios de los que te vas deseando volver, por lo buenos que estaban los platos y por lo agradable de la pareja que lo lleva.
Hemos podido comer en el salón con nuestra perrita, hemos degustado unas sopas y unos cachopos de 10, y ha sobrado un poco de comida que nos han puesto para llevar.
Muy recomendable el sitio por la calidad tanto de la comida como la humana. Con respeto a la decoración, es el típico salón castellano con techos, mesas y sillas de madera y elementos clásicos en las paredes que te meten en un ambiente adecuado para degustar una buena comida y pasar un buen rato.
Volveremos.
A parte de la belleza del pueblo en el que se encuentra, el restaurante ofrece muy buena comida y en abundancia. El servicio ha sido muy bueno, son muy amables. Se come tranquilo. Lo único es vigilar no equivocarse y sentarse en las mesas del local de al lado, pues están cerca.
En apariencia un bar normalito en la plaza del ayuntamiento de Simancas pero , amigo, los huevos fritos con jijas y la hamburguesa de buey.....mmmmm, estaban tremendas. El dueño, que es el que atiende las mesas, educado, servicial y amable. Muy rico!!!
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