Comida excelente con una presentación inmejorable y unas sugerencias muy acertadas por parte del propietario. Trato familiar y profesional estupendo. Una matrícula de honor a los cocineros.
Muy grato descubrimiento.
Genial, después de hacer una ruta espectacular de 16 km por el término de Siete Aguas, nos metimos en el Candil por casualidad. Un 10 en el servicio, atentos y eficientes, creo que uno el hijo del dueño, muy atento, el resto también. El sitio tiene su encanto y la comida muy buena y abundante, vamos, nos tuvieron que dar un par de tuppers. Sin ninguna duda, un acierto y fijo que repetiremos.
Hoy fue la primera vez que vinimos aquí a almorzar y espectacular, además de que son muy amables, el sitio es muy bonito, fue un compañero del trabajo el que le dijo a mi marido de venir y que pidiéramos "suela", os pongo una foto para que la veáis, muy sencillo y muy rico, ahora tenemos que volver un día a probar la caldereta de rape, o el gazpacho manchego, o el rodaballo,...
Tiene una terracita que está muy bien.
Recomendado 100x100.
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