Primera experiencia en este lugar. Reserva mediante. Pude probar hasta 4 burgers diferentes: Bacon Cheddar, Smokey, Noviembre y Gringa. Y este sitio es sencillamente espectacular. La calidad de la carne, el punto medido bastante, lo cuidado de cada ingrediente, el bacon... La carta es pero que muy sugerente. Y faltan productos para probar la próxima vez. ¿Repetiré? SIII

Buena experiencia. De entrantes probamos dos tipos de patatas distintas y no fue lo más acertado, ya que aunque las combinaciones de salsas son interesantes las patatas fritas no son hechas al momento, y eso se nota mucho por muy empapuchadas que queden de queso o salsa lotus. Las hamburguesas nos gustaron bastante más, aunque sin duda los medallones premium valen mucho más la pena que las smash. Son smash que no acaban de tener la técnica pulida, no tienen costra crujiente y, al no ser tan tan finas, se nota que están cocinadas en exceso y quedan algo chiclosas. El sabor de estas carnes smash tampoco era nada destacable. Por otro lado, los medallones premium hacen perfecta justicia a su nombre. Cocinados al punto exacto demandado (rojo al centro perfecto), tiernas y con buen sabor a maduración. Sin duda la opción a escoger aunque sean más caras. Cabe destacar la calidad de los ingredientes de las hamburguesas, con quesos con muy buen sabor a queso (aunque parezca una tontería, en el caso del "cheddar" amarillo muchas veces no es así) y bien fundidos, bacon bien crujiente pero sin estar tieso, salsas riquísimas, huevo frito bien jugoso y sin cuajar. Las patatas de acompañamiento de las burgas sí estaban recién hechas, y muy ricas, con ketchup sin pagar si lo pides. El postre rico, aunque pequeño para el precio que tiene. Servicio muy amable y rápido.